DEL EXCEDENTE A LA OPORTUNIDAD

Ámbito: Sector Primario
Representante del Equipo: Lucía Pérez García
Otros Miembros del Equipo: Meritxell Pinto Reyes
Titulación: Grado
Grado/s: Grado en Administración y Dirección de Empresas

Descripción del problema

El desperdicio de alimentos es un problema significativo en Canarias, especialmente en el sector agrícola. Se estima que alrededor del 20-25% de los alimentos se desperdician durante la manipulación, desarrollo y distribución, incluyendo grandes cantidades de frutas y verduras que no cumplen con los estándares estéticos del mercado (Periodismo ULL, 2023). En muchas cooperativas agrícolas, toneladas de productos como plátanos, aguacates, naranjas, papayas y mangos son desechadas, a pesar de ser perfectamente aptas para el consumo.

Este fenómeno tiene consecuencias negativas a distintos niveles, como por ejemplo económicas, ya que los agricultores pierden ingresos al no poder comercializar parte de su producción, o ambientales ya que se desperdician recursos como agua, suelo y energía en cultivos que terminan desechados. Además, socialmente hablando, mientras toneladas de frutas son descartadas, crece la demanda de productos listos para el consumo, especialmente en el sector de la restauración y la industria alimentaria.

A nivel global, el mercado de frutas congeladas está en crecimiento. En 2022, este sector fue valorado en 23.100 millones de dólares, y se proyecta que alcance 35.600 millones para 2030, con una tasa de crecimiento anual del 6,1% (Verified Market Reports, 2023). Este crecimiento se debe a la creciente adopción de dietas saludables, el auge del veganismo y la demanda de alimentos convenientes en la industria alimentaria (Informes de Expertos, 2023).

Los agricultores y cooperativas en Canarias enfrentan volatilidad del mercado e incertidumbre financiera. Además, existe una creciente presión para reducir el desperdicio alimentario y adoptar modelos más sostenibles de producción y comercialización.

 

 

 

Propuesta de solución

Para reducir el desperdicio alimentario y aprovechar frutas y verduras descartadas por razones estéticas o sobreproducción, proponemos un centro de transformación de excedentes agrícolas en Canarias que hemos llamado Frizonia. Este centro recolectará, procesará y congelará estos productos para su venta al por mayor a supermercados y al sector HORECA, promoviendo un modelo sostenible y rentable.

Los beneficios incluyen el aprovechamiento de excedentes, respondiendo a la demanda de productos listos para su uso en el sector HORECA, reduciendo costes y tiempos operativos. Ofrece a los agricultores una fuente de ingresos estable ante las fluctuaciones del mercado y disminuye la huella de carbono del sector agrícola.

Los alimentos congelados mantienen sus propiedades y pueden emplearse en batidos, repostería y platos preparados. Además, podrían elaborarse derivados como purés, mermeladas y snacks deshidratados.

Aunque en Canarias existen empresas que procesan alimentos congelados, nuestra propuesta se centra en productos descartados por razones estéticas o sobreproducción, reduciendo el desperdicio y ofreciendo precios competitivos.

Respecto a la responsabilidad social corporativa, planteamos donar parte del excedente a bancos de alimentos o comedores sociales, en línea con la Ley de Prevención de Pérdidas y Desperdicio Alimentario.

La propuesta aborda algunos de los ODS como son; ODS 2 (Hambre Cero): contribuye a la reducción del desperdicio alimentario y mejora el acceso a productos nutritivos en Canarias. ODS 8 (Trabajo Decente y Crecimiento Económico): diversifica las fuentes de ingresos para agricultores y fomenta la innovación en la industria agroalimentaria. ODS 12 (Producción y Consumo Responsables): reduciendo el desperdicio de alimentos y promoviendo modelos sostenibles de producción en el sector agrícola del archipiélago. ODS 13 (Acción por el Clima): minimiza la huella de carbono al evitar la destrucción masiva de alimentos no comercializados.

El éxito del proyecto también depende de los colaboradores/actores clave como cooperativas agrícolas, centros de procesamiento y distribución, el sector HORECA, y además el cumplimiento de normativas sanitarias, apoyo gubernamental y el acceso a subvenciones para proyectos de reducción del desperdicio alimentario.

Esta propuesta es una oportunidad sostenible, rentable y con impacto positivo en la economía local de Canarias.

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