Descripción del problema
El objetivo principal de la movilidad en el ámbito del transporte es lograr que los usuarios de la carretera puedan desplazarse de forma cómoda y segura, atendiendo a distintos elementos de diseño de las carreteras, así como elementos de balizamiento y señalización para ayudar a logar esa meta, sin embargo, en Tenerife, uno de los grandes problemas de la movilidad, no solo son las horas perdidas en atascos, o accidentes por mal trazado de las carreteras y mala señalización. Un problema serio al cual se enfrenta la isla de Tenerife es al aumento descontrolado de coches kamikaze en las autopistas de la isla. El último accidente de tráfico por coche kamikaze fue el 1 de octubre de 2024, cobrándose la vida de 2 personas. Con una frecuencia alarmantemente alta, no se dispone de medidas para evitar este tipo de accidentes tan trágicos, por eso el problema que se estima conveniente identificar es el de la inseguridad que se vive actualmente conduciendo en las carreteras de gran capacidad de la isla de Tenerife. Las vías más afectadas por este tipo de accidentes son la TF-1, y la Tf-5, correspondientes a la autopista sur, y la autopista norte, ambas con un índice de mortalidad de promedio de 2 personas y heridos de gravedad. Para abordar el origen del problema, habría que analizar a las personas que suelen participar en las peligrosas travesías en sentido contrario, el perfil es de varones con rango de edad desde los 20 hasta los 40, la mayoría bajo sustancias, otros motivados por una suma de dinero con correspondiente al kilometraje recorrido. La forma que tienen de realizar el trayecto kamikaze empieza por meterse en dirección contraria por los ramales de entrada de la autopistas, y salir por las mismas kilómetros adelante, si no ocurre un desafortunado accidente antes de llegar al final del trayecto
Propuesta de solución
Para el problema especificado anteriormente, se propone la instalación de un elemento en los ramales de entradas y salidas de las autopistas, el elemento consta de unas piezas metálicas individuales con forma de garras con la punta orientadas en sentido a la marcha, para que en caso de venir un vehículo en dirección prohibida para la autopista, este elemento se comporte de forma rígida estropeando los neumáticos e inmovilizando el vehículo, como el eje de movimiento de las piezas es individual permite el movimiento libre para que el vehículo que circula en el sentido correcto no tenga ningún problema, y al pasar sobre el elemento, a la velocidad correspondiente a un vial de acceso, la sensación será como pasar por una junta de estructuras, sin afectar negativamente a la comodidad, pero cambiando significativamente el riesgo a vehículos kamikaze. Cada pieza metálica estará correspondiente sujeto por una vara metálica a cierta profundidad , determinando el grosor y la profundidad por el tipo de firme del que se constituya la carretera para evitar problemas de infiltraciones y deterioro de la carretera. Al enrase de la carretera, se verá sobresalir los elementos metálicos y las rejillas donde se pliegan al pasar los vehículos, a parte de ser un elemento que incorporaría seguridad a la carretera, se podría dar un uso extra, aportando dentro de la sección donde se pliegan las garras metálicas de seguridad, sensor por presión, que con el software adecuado, puede emplearse para hacer estudios de movilidad por sectores, aportando tanto información de las entradas y salidas de vehículos por zonas. Este elemento de seguridad tendría el mantenimiento mínimo después de su puesta en obra, solo se debe evitar que las rejillas y el interior se colmaten para que su funcionamiento como elemento de seguridad sea plena.