Descripción del problema
Canarias se ve seriamente afectada por la saturación de las vías principales, en particular las autopistas y autovías que unen áreas urbanas, rurales y turísticas. Este problema de movilidad es especialmente evidente en Tenerife y Gran Canaria, donde se encuentra la mayor población y actividad económica, aunque se propaga a todas las islas. En las horas puntas (por la mañana, al mediodía y al final de la tarde), estas carreteras sufren colapsos severos debido al gran número de desplazamientos laborales, educativos y sociales. Sin embargo, esta congestión ya no se limita a esas franjas horarias, ya que el incremento de los desplazamientos ha provocado retenciones en cualquier momento del día.
La problemática se agrava en situaciones de emergencia, como accidentes de tráfico. En estos casos, los tiempos de trayecto pueden incrementarse de manera significativa. Esto afecta directamente a la productividad, la calidad de vida y la puntualidad en consultas médicas, compromisos laborales y otras actividades relevantes. Además, el estrés, la inseguridad y la angustia provocados por la incertidumbre en los desplazamientos cotidianos tiene un impacto negativo en la salud mental de la población.
En las zonas rurales o alejadas de las principales vías, las opciones de transporte público son limitadas, forzando a los residentes a depender del coche privado. Este modelo de movilidad no solo es insostenible a largo plazo, sino que también fomenta el incremento de emisiones contaminantes, agravando la crisis climática.
En este escenario, es evidente la necesidad de establecer un sistema de movilidad más eficiente, sostenible e inclusivo. Es vital mejorar la infraestructura actual, maximizar el uso del transporte público e incentivar hábitos que reduzcan la dependencia del vehículo privado. Además, es necesaria una planificación estratégica para gestionar las contingencias en las carreteras, garantizando un flujo continuo del tráfico incluso en situaciones adversas.
Una solución completa favorece a todos los residentes de Canarias, desde trabajadores y estudiantes hasta turistas, promoviendo un crecimiento económico y social equilibrado. Satisfaciendo, no solo las necesidades actuales, sino también anticipándonos las futuras demandas de movilidad, fomentando un entorno más conectado, sostenible y funcional.
Propuesta de solución
Para resolver el problema de movilidad en Canarias, propongo un enfoque basado en tres medidas que combinan eficiencia, sostenibilidad e innovación:
Carriles exclusivos para vehículos de alta ocupación (VAO): Estos carriles, destinados a guaguas y coches con más de tres ocupantes, se implementarían en las autopistas principales de las islas. Tienen un alto nivel de viabilidad técnica, ya que pueden implementarse a través de señalización u otros controles de acceso y regulación en los carriles ya existentes o nuevos. Con ello obtendremos beneficios de reducción de tráfico, ahorro de combustible y disminución de emisiones.
Mayor número de guaguas interurbanas: Esta medida busca mejorar la conectividad en zonas alejadas de las autopistas y urbanizaciones rurales. Al ampliar las líneas y frecuencias de las guaguas interurbanas, se reducirá la necesidad de usar vehículos privados, haciendo el transporte público más accesible y eficiente.
Plan de acción ante accidentes: Un sistema bien planificado incluiría protocolos claros en base a «tramos de concentración de accidentes» (TCA), donde se designan rutas alternativas predefinidas que se activan automáticamente en caso de accidente. Asimismo, una táctica de coordinación inmediata de cuerpos de emergencia y tráfico. Además de accesos preferentes a grúas, mediante contratos entre el cabildo y las empresas aseguradoras, para garantizar una respuesta más rápida y eficiente, posibilitando la retirada de vehículos hasta una zona cercana para evitar el colapso, minimizando así los tiempos de congestión, reduciendo el impacto de los accidentes en las vías principales.
Estas medidas son innovadoras porque combinan sostenibilidad ambiental, modos de actuación y una gestión más eficiente del transporte público. Además, su implementación escalonada garantiza viabilidad técnica y económica, aprovechando infraestructuras existentes y posibles fuentes de financiación de diversos ámbitos. En base a esto último, se podrían recabar de fondos europeos como del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), del Mecanismo Conectar Europa (CEF) y NextGenerationEU. También mediante presupuestos del Gobierno de Canarias y acuerdos de cooperación de los ayuntamientos y cabildos afectados. Por último, establecer tasas de congestión en zonas urbanas con tráfico denso incentivaría el uso del transporte público y recaudaría fondos para nuevas infraestructuras.