Descripción del problema
En Tenerife, el acceso a viviendas asequibles se ha convertido en una de las principales preocupaciones sociales, afectando directamente a miles de personas. Según estudios recientes, la falta de vivienda digna afecta a jóvenes que buscan emanciparse, familias con ingresos medios y bajos, y personas mayores con pensiones insuficientes para cubrir los costos de alquiler actuales. Mientras tanto, una parte significativa de los inmuebles permanece desocupada, en su mayoría bajo la propiedad de grandes tenedores, como bancos e instituciones financieras. Este desequilibrio entre la oferta y la demanda genera un impacto profundo en la calidad de vida y la cohesión social de la población.
Los testimonios de las personas afectadas reflejan frustración, ansiedad y desconfianza hacia las soluciones propuestas hasta ahora. Muchos sienten que sus oportunidades para acceder a una vivienda digna se ven hundidas por factores como la especulación inmobiliaria, los extranjeros con mayor poder adquisitivo que vienen y compran inmuebles, y, la falta de regulación efectiva en el mercado de alquiler vacacional. La percepción de abandono es especialmente notable en barrios con un alto número de viviendas vacías, donde el deterioro urbano agrava la sensación de inseguridad y desigualdad.
Además, las consecuencias económicas y ambientales de esta situación son preocupantes. Los inmuebles vacíos no solo representan una pérdida de ingresos potenciales para los propietarios y las administraciones públicas, sino que también generan un impacto negativo en el entorno urbano. Barrios enteros quedan marcados por la inactividad de estas propiedades, lo que afecta la imagen de las comunidades y no permite el desarrollo local.
Ante esta situación, se hace evidente la necesidad de implementar soluciones innovadoras y sostenibles que movilicen los recursos existentes y restablezcan el equilibrio en el mercado de la vivienda. «Hogar Activo» no solo busca resolver un problema urgente, sino también generar un cambio estructural que promueva la inclusión, la sostenibilidad y la confianza en las instituciones públicas.
Propuesta de solución
«Hogar Activo» ofrece una solución innovadora y sostenible para la crisis de vivienda en Tenerife, utilizando tecnología avanzada, colaboración público-privada y estrategias de reutilización creativa. La propuesta central es el desarrollo de una plataforma digital que permita identificar y movilizar viviendas vacías hacia el alquiler asequible, abordando el problema desde una perspectiva integral.
La plataforma utilizará herramientas de inteligencia artificial y big data para cruzar datos de registros públicos, privados y análisis satelital. Este sistema permitirá geolocalizar inmuebles desocupados, evaluar su estado y categorizar su viabilidad para alquiler o rehabilitación. Además, se incluirán indicadores que prioricen las necesidades habitacionales urgentes, como familias en riesgo de exclusión o jóvenes que buscan su primera vivienda. El sistema se actualizará constantemente, garantizando la precisión y eficiencia de los datos recopilados.
Un componente innovador del proyecto será la transformación de locales comerciales en desuso en viviendas asequibles. Este modelo, inspirado en iniciativas exitosas como las desarrolladas en Granada, permitirá optimizar espacios urbanos actualmente infrautilizados. La plataforma identificará locales con potencial para este tipo de conversión, y las administraciones locales implementarán normativas específicas para facilitar los cambios de uso y rehabilitación. Este enfoque no solo incrementará la oferta de viviendas, sino que también contribuirá a revitalizar áreas comerciales deterioradas.
Para asegurar la participación de los propietarios, «Hogar Activo» implementará un marco normativo simplificado que facilite la colaboración entre grandes tenedores y administraciones públicas. Los incentivos incluirán beneficios fiscales, bonificaciones legales y acuerdos de cesión temporal con condiciones favorables para ambas partes. Esto no sólo agilizará la movilización de viviendas, sino que también fomentará la implicación activa de los actores privados.
En cuanto a la viabilidad económica, los costos iniciales del proyecto podrían ser cubiertos mediante subvenciones públicas, fondos europeos y alianzas con empresas. A largo plazo, los beneficios sociales y económicos derivados de la activación de estas viviendas y locales transformados compensarán la inversión inicial, reduciendo costos sociales y aumentando ingresos tributarios.