Descripción del problema
En las Islas Canarias, debido a las altas temperaturas que se alcanzan en ciertas ocasiones, podemos ser víctimas de desastres medioambientales como los incendios forestales. Esta problemática constituye un desafío crítico que repercute en el sector primario, generando consecuencias para la agricultura y la ganadería, pilares fundamentales de la economía local. Además, la relación entre la biodiversidad y la agricultura en Canarias se ve amenazada por la frecuencia y la intensidad de los incendios, lo que subraya la necesidad de estrategias para la prevención, detección temprana y gestión eficiente de estos eventos. La implementación de estas medidas, como cortafuegos, programas de concienciación y la colaboración entre autoridades y comunidades locales, es esencial para proteger no solo el patrimonio natural, sino también el sustento y la viabilidad económica de las actividades agrarias en Canarias.
Dentro de los motivos por los cuales se incrementa esta problemática, encontramos la presencia de un número cada vez mayor de zonas rurales no cultivadas, con abundancia de material vegetal seco, lo cual está incrementando el potencial riesgo de que en ellas se origine el fuego. En nuestra tierra, las zonas de pinar son sensibles a la acción devastadora del fuego por la facilidad de propagación que ofrece esta especie, su alta densidad, la composición del sotobosque y la cantidad de materia muerta (pinocha y piñas) que sirve de combustible.
Otro punto afectado por los incendios, es el agua de nuestras islas. Las lluvias tras los incendios, implican arrastres de materia vegetal y de cenizas ocasionadas hasta llegar a los mares, alterando la calidad del agua. Debido a esto, algunas especies como los berberechos, ostras o mejillones sufren un efecto muy negativo, ya que estos se alimentan por filtración y retienen gran cantidad de sustancias que pueden estar contaminadas. El agua además puede volverse más sucia debido a la tierra arrastrada, lo que afecta a reservas subterráneas, disminuyendo la capacidad de recarga de estas.
Propuesta de solución
Nuestra apuesta a la hora de plantear una solución, es apostar por la prevención de incendios, desde el sector privado. Para esto hemos desarrollado la siguiente idea de mercado.
Una de nuestras propuestas más firmes al problema planteado, dado que la detección temprana de los incendios forestales es fundamental y el seguimiento es una solución muy eficaz, hemos decidido centrarnos en el uso de tecnologías avanzadas, como drones. Esta medida contribuiría a limitar y controlar la propagación de incendios, permitiendo una respuesta más rápida y eficiente a situaciones de emergencia.
Las ventajas alrededor de nuestro producto radican en su eficacia y capacidad para disminuir los costes producidos a raíz de la observación de un incendio mediante los medios tradicionales. Tener en nuestro poder un dispositivo controlado remotamente, que nos permita conocer en directo todas las características (tipo de fuego, velocidad de propagación…), reduce los costes generados al utilizar otras alternativas como la observación humana o el uso de medios tradicionales.
La utilización de nuestro producto conlleva beneficios cuando hablamos de la reducción en costes que supone disponer de una herramienta tan asequible y útil. Teniendo en cuenta los datos obtenidos después del último incendio que asoló nuestra isla, que sitúan la cantidad de terreno dañado en 14.624 hectáreas, lo que equivaldría a la pérdida aproximada de 487 hectáreas por día, y al coste total de 80,4 millones, y en base a algunas aproximaciones, creemos que con el uso de nuestro producto disminuirían la cantidad de terrenos dañados así como los costes monetarios de los futuros incendios, pues la prevención y el conocimiento de los datos exactos acerca de los posibles conatos de incendio permiten una intervención más adecuada y eficaz.
Todo esto se hace factible con la colaboración de nuestras autoridades, y teniendo en cuenta la inversión en prevención, por esto consideramos que sería de gran ayuda facilitar los trámites burocráticos alrededor del cuidado de los montes.