Descripción del problema
El problema de la movilidad en Canarias y, aún más en concreto, en Tenerife es un
problema que nos afecta atasco tras atasco.
Cuando pensamos en ello creemos que es un problema reciente que no se ha tratado de
solucionar y que viene derivado del aumento en la población de estos últimos años. Pero
no es así.
Al preguntar a nuestros padres y abuelos podemos concluir que no es un problema
actual, que no es a corto plazo y, sobre todo, que no tiene fácil solución. Ello teniendo en
cuenta a su vez el estrés, la desesperación y la irritación que nos produce el no poder
llegar a nuestro destino a tiempo o en las condiciones que nos gustaría.
La isla presenta una infraestructura ineficiente destinada al fracaso, es decir, a la
situación actual. El exceso de vehículos junto a reformas sin sentido ha derivado en
soluciones ineficientes donde el «become green» y el «car sharing» se han propuesto
como últimas soluciones, delegando toda la responsabilidad final en el ciudadano, quien
sin apoyo ni recursos no puede sentirse más frustrado.
Como propuesta de solución a esta difícil problemática se puede presentar miles de
sugerencias, pero solo una es clave. Mejorar el transporte público cuanto antes y de la
formas más eficiente y viable a largo plazo.
Propuesta de solución
Como propuesta de solución a esta difícil problemática se pueden presentar miles de sugerencias, pero solo una es clave. Mejorar el transporte público cuanto antes y de la forma más eficiente y viable a largo plazo.
Para ello se podrían destinar partidas de fondos públicos donde una subvención adecuada y suficiente sería la clave para esta mejora. En este punto cabe destacar que no basta con simplemente incrementar el uso por parte del ciudadano de este medio de transporte, ¿pues cómo vamos a movernos todos en transporte público sin destinar primero una partida de fondos a adquisición de vehículos para el sector?
De forma conjunta a esta reforma en el transporte público se debería destinar una partida de fondos para fomentar la creación de zonas de aparcamiento en altura como ya hacen otros países como Estados Unidos y Alemania. En estos países, grandes infraestructuras de aparcamiento en las afueras de las ciudades permiten que los ciudadanos que residan en áreas donde el transporte público es más ineficiente puedan llegar a zonas donde este funcione de manera más adecuada, pudiendo llegar al lugar de trabajo o estudios sin necesidad de colapsar el centro de las ciudades tratando de buscar aparcamiento.
A su vez, destinar fondos para llevar a cabo un programa efectivo de vehículos tipo VAO donde a través de cámaras de monitoreo de tránsito se vigile que solo estos puedan llegar a utilizar las ventajas ofrecidas como lo serían aparcamientos reservados para este tipo de vehículos en zonas más céntricas y uso de carriles especiales como ya se ofrece en Santa Cruz de Tenerife para el transporte público, motocicletas y vehículo cero emisiones.